Capítulo V: Últimos días

“Tengo curiosidad por saber qué será de mi vida dentro de diez días”

Cuenta atrás:

10…

9…

8…

7, 6, 5, 4, 3...

Pasan los días, y los nervios empiezan a subir como la espuma. Leo de nuevo el Cataniasmus, (y lo cojo con muchísimas ganas: es que esa chica escribe increíblemente bien), vuelvo a ver imágenes sobre la ciudad y sobre la isla, empiezo a decirle a la gente “¡ya nos veremos!”… Y es que cada vez que echo la cuenta de los días que quedan, me convierto en un orangután al que le acaban de enseñar un plátano. Ahora, toca pasar lista, y comprobar si lo tengo todo preparado:

·         Tarjeta Sanitaria Europea, pasaporte y DNI renovados: Hecho. Imprescindibles, por si las moscas.

·         ISIC y carné de alberguista: Hechos. A ver si con ellos ahorro un poco.

·         Vuelo: Hecho. Después de una cancelación y decidir cuándo voy, decido el 15S con escala en Roma. Tengo miedo a que el Etna se ponga juguetón, aunque, en ese caso, me quedo en la capital italiana unos días.

·         Application form y learning agreement: Hechos. Y carta de aceptación recibida. Y sí, me meten en la facultad de Derecho: ya tengo sitio para “dormir”.

·         Reserva del hostal: Hecha. Del 15 al 18, Hostal Agora, en Piazza Curro, y por 17 pavos la noche: lugar de encuentro Erasmus por excelencia. Mucha gente también llega sobre esas fechas, así que ¡parece prometer el inicio!

·         Repasar el poco de italiano que he aprendido: Fatto. Cuando hable, será un show, ¡jaja!

·         Maletas: Casi preparadas… ¿Qué hago? ¿Qué me llevo? Esto sí, esto no… ¿Qué es esto?

·         Cena de despedida: Hecho. ¡Qué mejor que despedirme en mis queridas (aunque algo asfixiantes) Tascas! ¿Qué contar? Caja de quintos, torrecita de cervezas, alguna brava, cena en Pancho’s, descubrir que estás casi pelado de pasta, amigos solidarizándose con la cena o invitándote a un café tocado, algún jaggermeister del Beat, planes y más planes… La verdad, unas risas ¡Gracias! Lo malo es que empiezas a pensar que a algunos de ellos tardarás ya en verlos… ¡No os preocupéis! ¡No os libraréis tan fácilmente de mí!

·         Despedirme con una sonrisa de la gente que quiero: En proceso. Algo fundamental, creo. Es el mejor regalo que puedo ofrecer. Os voy a echar de menos…

Por suerte, aún quedan islas para naufragar… Canción: Peces de ciudad (Joaquín Sabina)