martes, 27 de septiembre de 2011

Capítulo X: Calcio Catania-Juventus


“BRAVO DIEGO!! è COSì CHE SI FA!
INIZI IL TUO ERASMUS molto bene!!! :D”
Eso es lo que me facebookeó Veronica de la ESN al colocar en el estado “Domenica Catania-Juve”. ¡Y toda la razón!
La idea fue de Jaime, y no dudamos ni un momento en ir a ver el partido al Stadio Angelo Massimino, el 25 de septiembre. Buena caminata, por cierto: hay que cruzarse toda la via Etnea. Y allá fuimos: Josu, Jonathan, Jaime, Roy, Álvaro, Miguel y yo, con bufandita y todo.
El partido parecía a cámara lenta, menos en cuanto a las patadas: era una mezcla entre fútbol y kick-boxing. En el primer tiempo, sobre el 20’ marcó Bergessio, adelantándose así nuestro equipo local, pero al principio del segundo tiempo, la Juve empató (anotó el tanto Krasic), y el partido terminó en 1-1.
Pero lo mejor de todo no era el partido, sino la afición. Es una experiencia verla: motivadísimos todos, era impresionante. No parabas de gritar, de saltar. Ahí que nos hemos dejado la voz con los himnos (“Noi siamo del Calcio Catania”, “Juve, Juve, vaffanculo” y un largo etcétera), al ladito de los ultras de la curva norte.
Hay que verlo alguna vez. No, mejor dicho, vivirlo. Porque, como digo siempre, cada rincón de esta ciudad no se ve: se vive.
90 minutos gritando

Capítulo IX: Taormina...


“Seis meses deseando este día”
24 de septiembre de 2011
Eso es lo que pensé cuando estaba subiendo en el autobús de la AEGEE. Y es que desde que lo leí en el famoso Cataniasmus y lo vi en Google Images, daba saltos al pensar que un día yo estaría allí. ¡Hasta he aburrido a Serra y los demás con imágenes de allí!
¡Y allá fuimos! Ya adaptados a Catania, lo primero que nos chocó es lo bellísimo del paisaje: se encuentra en un balcón al mar, con una isla al lado (Isola Bella) que lamentablemente no pudimos ver… Un paisaje pintado para un cuento.
Callejear Taormina y su encanto, el impresionante Teatro Griego, Villa Comunale y la sensación de paz, el agua cristalina de la playa… No se puede describir algo así…
Como curiosidad, comimos delante de una tienda que se llamaba Yasmine Club, los de la AEGEE imitaban a azafatas en el autobús, bailamos (cómo no) el chumba-chumba, coincidimos con una boda en Piazza Duomo (algo cani, para mi gusto: con su Porsche y su Masseratti, en vez de un precioso carruaje), me tiré media hora en un columpio, estuvimos todos dentro de la calle más pequeña de Sicilia (Vicolo Stretto)
Ha sido un viaje precioso: buenas vistas y mejor compañía. Casi todo el día pegado a tres catalanas y una gallega. Son parte de mi familia siciliana.
Si tienes la oportunidad de ir algún día, ves, no lo dudes. Yo volveré. Canción: Oh mia bella Taormina (Corrado Perricone)

Capítulo VIII: Primeros movimientos

“Catania no se visita: se vive”
¡Uff! ¡Cuánto que contar!
El Agora Hostel (estupendo para conocer gente, cenar y tomarte unas cañas a la hora feliz) se nos aparece con un toque surrealista: ruidos de la gente al dormir, terremotos en las literas de arriba, baños que son toda una experiencia, un personaje aparcacoches que no para de decir dietro, dietro! a una frecuencia descomunal (y yo, escuchando mi nombre a todas horas), desayunos que parecen una concentración Erasmus…  Y alguna Moreno que te echa en cara que duerme en la suite presidencial del hostal: compartiendo con otra chica, no suben escaleras, tienen una cama de matrimonio y un baño propio… ¡¡BAÑO PROPIO!! ¡¡¡ENVIDIA!!!
Al menos empiezas a conocer a la gente: catalanas, madrileños, vascos, gallegos, murcianos… y, sobre todo, andaluces (¡son un plaga!). ¡Gente de toda España! ¡Y cada día llegan más! Frases míticas empiezan a escucharse: “¡Mátame camión!”, “va a pincho”, “la zona cero” (pescadería del mercado central), “va como el ojete”, y suma y sigue. A esto le llamo yo diversidad cultural, ¡jaja! Por ahora, me voy haciendo compañeros: compañera de vino, compañera de Fuoco dell’Etna, compañero de 4 euros en Casper2… ¡Esas pequeñas cosas que tiene la gente Erasmus!
Son días también de papeleo y charlas: Welcome Day, organizaciones Erasmus, carta de aceptación, URI, contratos, Giurisprudenza para arriba, Giurisprudenza para abajo, Monastero dei Benedettini para arriba, Monastero dei Benedettini para abajo… ¡Dejádnos en paaaaaaz!
También aparece la ESN, con Alessandro, Veronica y Enrica destacando. Nos llevan por mil y una casas para ver y para poder encontrar piso. ¿Un breve resumen? Subir escaleras, bajar escaleras, subir escaleras, bajar escaleras, subir escaleras, bajar escaleras, subir escaleras, bajar escaleras, subir escaleras, bajar escaleras… Al tercer día ya comparto piso con Roy, Jaime y Sandra, en un palazzo que se encuentra al lado de un cine porno y de la calle de los travelos (¡puntazos Erasmus, jaja!). Se encuentra en la Via Sangiuliano, a un minuto del Teatro Massimo Bellini, y muy cerca de Via Etnea y de la Fiera. ¡Que está genial situado, vamos! ¡Y tiene un gato con bronquitis o reuma o algo raro! Mi cuarto se parece a uno del s. XVIII, con tanta madera y un armario empotrado gigante, así que creo que lo voy a decorar para darle más vida. ¡Ah! ¡y es enorme!
La AEGEE no se queda atrás: Antonio Morelli, Dario, Giuseppe, Mario, Floriana y demás compañía la lían parda también: el chumba-chumba sonando por todas partes, el zapatófono… Como la ESN, aparte de ayudarnos con los pisos, nos dan charlas de todas las actividades que harán (cursos de cocina, viajes, fiestas, actividades culturales, etc.), nos llevan por la ciudad para que no nos perdamos (una de mis características, por cierto)… No sabría decir que habríamos hecho sin AEGEE y ESN… ¡Dan ganas de hacerse de ellos!
¿Típico de aquí? Arancini (por excelencia), Gnocchi, pomodoro, prosciutto e mozzarella por todas partes, pizzas (como no, c’è la Italia), pasta alla Norma, verduras riquísimas (la tierra volcánica es lo que tiene), carne de caballo (fuera prejuicios: ¡qué rica!), quesos buenísimos, chocolate, cannoli di ricota, helado, helado y más helado, latte macchiatto, crema di caffè, mandarini, Lemon Seltz, acqua frizzante, el terrible Fuoco dell’Etna (el fuego de la amistad, según Morelli), etc. ¡Y llevamos una semana sólo!
Para comer y cenar, tienes un amplio repertorio para elegir: L’Étoile (también llamado 24 horas, y al ladito del hostal), Dopo Teatro, Camelot, Agora Hostel, Minipizzas, un barrio paralelo a Sangiuliano con terracitas para tasquear mientras escuchas música (rollo más bohemio, vamos)… ¡Fácilmente puedes cenar por 5 euros!
Sobre el tema nocturno, la clave por ahora está en Teatro Massimo Bellini: La Bodeguita del Medio (consulado español por excelencia) y Casper2, aunque si te va más el rock, puedes acercarte a La Chiave o al Mezzoparola (y aquí dejar algo apuntado para la eternidad).
Curiosidades que hayan pasado, muchísimas:
·      Comer una hamburguesa de carne de caballo del Dopo Teatro en Piazza Bellini y escuchar de fondo la ópera
·         Ir a un restaurante y darte cuenta que estás chafando televisiones incrustadas en el suelo
·         Ir a una panadería y que ya te conozcan sólo por un día (Ah! Il ragazzo de Valencia!)
·         El jaggermeister es tu amigo
·     Conocer a los Erasmus del año pasado que están aquí por exámenes, y pensar que son tu modelo a seguir
·         Encontrarte con un papel higiénico más grande que una cisterna
·      Que el gato reumático y casi ciego se meta en tu casa cuando está todo cerrado, y no saber por dónde narices se mete
·      Caminar por la calle y, de repente, encontrarte con unas ruinas preciosas o con unas cuestas mortales
·         Adaptarte al ritmo de vida catanés (sobre todo, a la hora de cruzar la calle)
·         Descojonarme por dentro al escuchar a un andaluz y a un vasco hablando
·         Que el acento andaluz se me pegue, y me pregunten si soy de Córdoba o por ahí
·         Crear tradiciones y descubrir los mejores cuatro euros invertidos: 3 chupitos de Jaggermeister y dos birras de medio litro
·         Conocer a la gente de unos pocos días y que parezca que seamos colegas de toda la vida
·         Ver pasar a un perro e imaginarte que si le pides la pata te hace el símbolo de “capisci
·         Emparanoiarte al sentirte observado por las palomas
·         Que te regalen una camiseta por imitar a un caballo
·         Pensar en francés al hablar italiano
·         Desear que los días tengan 30 horas sin contar horas de sueño
·       Ir a la playa, pagar la entrada (sí, hay playas privadas) y notar que la arena es diferente (con piquitos negros, otro color y un mayor peso); meterte en el agua y descubrir, al girar la cabeza, que ves toda Catania y el Etna de fondo (¡qué imagen! ¡quiero un cuadro!)
·         Subir al autobús sin billete: aquí quien ticka es tonto
·         Tener un móvil de diez dígitos y que empiece por 3
·         Bailar el Chumba-Chumba
·         Regatear a mercaderes “a lo marroquí”
·         Encontrarte con un parque al que le cambian la fecha cada día
·         Ponerme casi a llorar cuando veo papel higiénico normal
·         Ir a comprar al EuroSpin: supermercado de yonkis, indigentes y Erasmus
·   Pasar calladitos por la calle “oscura”, que un travelo te suelte “ma veramente, ma veramente”, y que Roy tenga la osadía de agacharse a apoyar el agua como si se le hubiera caído una pastilla de jabón
·         Y muchas y muchas más cosas que no paran de hacerme sonreír.
Porque es lo que estoy sintiendo en Catania: no paro de sonreír, me brillan los ojos como a un enano. Cada día que pasa me parece más bella la ciudad, los cataneses es de lo más gentil que he conocido hasta ahora, cada rincón tiene sus pequeñas sensaciones, cada gente tiene sus pequeñas cosas. Y es que, aunque vivamos demasiado deprisa, las pequeñas cosas siempre son las más importantes, y las que más disfrutas.
Creo que es lo que necesitaba: un buen cambio de perspectiva en la vida.
Grande AEGEE. Canción: Chumba-Chumba


Capítulo VII: De salidas, escalas y llegadas. El primer día.

“Ahora empieza tu nueva vida”
Jueves 15 de Septiembre del 2011.
Suena el despertador poco antes de las ocho, y me levanto nerviosillo: ¡empieza todo! Parecía que nunca llegaría este día, y… ecco qui! Al final, me llevan en coche (un detalle, por cierto) y llego a Manises sobre las nueve y media, donde me duermo con la facturación y las esperas… Por cierto, vivo al límite: ¡19,5 kg en la facturada y 10 kg en la de mano!
A las 12 y media, Vueling me ayuda a decirle “¡hasta otra!” a Valencia, y saludar a Roma, aunque menudo desperdicio: con tanta cosas que hay que ver, y sólo facturo y espero… ¡Coñazo! Por fin, a las cinco y media, me subo de nuevo en otro avión (esta vez, Windjet, donde me hacen un capuccino buenísimo y no paro de escuchar a un bambino que habla igual al protagonista de Cinema Paradiso), y llego a Catania sobre las siete: casi once horas de viaje, pero… ¡al fin estoy aquí! Por ahora, ha sido un día de teléfonos sonando continuamente, de estar sólo yo y mis pensamientos…
En el aeropuerto, cojo las maletas y me meto en un taxi que me lleva por barrios suburbiales donde conducen felizmente: la gente sin cascos, sin cinturón; mucha vespa donde se suben tres personas, furgonetas enanas en las que no sabes como narices entran; la gente conduce que da miedo… ¡Están locos! La ciudad “algo” sucia, los edificios son viejos  y no están muy reformados, que digamos… Mis miembros masculinos en el cuello, a modo de corbata, y una voz en mi cabeza diciéndome “Diego, ¿cómo has acabado en el Bronx de Italia?”
Poco después, el taxista me deja en Piazza Currò (tampoco es el concepto de plaza que yo tenía en mente), en la puerta del Agora Hostel, y me sopla 25 pavos. Eso sí, nada más bajar, empiezo a conocer a españoles en la puerta, y algún italiano, todos majísimos: ¡el tema empieza a animarse! Arriba, me quedo en la habitación Azzurro (sí, cada habitación del hostal se llama con el nombre del color de la puerta) con once personas más (casi todos españoles, algún francés, alguna holandesa). Abajo, en el bar, cenas comida buenísima por 6 euros (gnocchis, pennettes, couscous…). ¡Y empiezas a conocer a todo el mundo! ¡Un buen rollo impresionante! ¡Y el restaurante con música medio en directo medio en playback!
Al acabar de cenar, caminito a Piazza Duomo y Teatro Massimo Bellini. En ese momento, todas mis primeras impresiones de Catania empiezan a cambiar: es bellísima, tiene un encanto precioso, geniales personas, y, sobre todo, empiezas a eliminar los antiguos prejuicios que tenías. ¡Tremendo ambiente! Rollo Benicassim pueblo hace unos años, ¡pero más “grande” todavía!
Por ahora, la sonrisa no se me ha quitado de la boca ni por un segundo. Estoy seguro de que este año voy a vivir más de lo que he vivido hasta ahora. Catania mi piace!!
Por ser la primera canción que escuché al llegar aquí. Canción: La Flaca (Jarabe de Palo)

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Capítulo VI: Ciao, Castellón


“Este adiós no maquilla un hasta luego
Este nunca no esconde un ojalá
Estas cenizas no juegan con fuego
Este ciego no mira para atrás
Este notario firma lo que escribo
Esta letra no la protestaré
Ahórrate el acuse de recibo
Estas vísperas son las de después
A este ruido tan huérfano de padre
No voy a permitirle que taladre
Un corazón podrido de latir
Este pez ya no muere por tu boca
Este loco se va con otra loca
Estos ojos no lloran más por ti”
Justamente, al pensar en mi querida capital de La Plana, experimento todo lo contrario a lo que Sabina… A dos días vista, es impresionante el sentimiento que llevo dentro: una mezcla entre ganas de llegar y pena por partir, y eso que pensaba que no me pasaría… Melancólico y nervioso más de 24 horas al día, pensando en las cosas que se quedan aquí, y en las que empezaré a descubrir en horas… Y es que ya no siento que queden días, sino horas…
Ciao Fadrí, Parque Ribalta, Fadrell… Ciao Borrull, María Agustina, Parque del Lago, TombatossalsPalmeretes, Lledó, Teatro Principal, Rey don Jaime, café París… Tascas, Santa Clara, la Muralla… Mercado del Lunes, Ettro, Beat, Wallaby’s, KorovaCiao plaza Tetuán, Asensi, Navarra… El Formiguer, el Italiano, Cavallers de la Conquesta… UJI, coca de tomate, Al Vostre Gust… Ciao Martini Parties (bueno, mejor no, os venís conmigo)… La Paz, Puerta del Sol… Casino Antiguo, Pérgola, BiciCas, las Aulas… Tea-Pot, zurra, coca de la madre de Álex, el Resvalón… Parque del Auditorio, La Magdalena, Primer MolíTram, Estadio, Santa María, Mercado Central… Ciao estatuas de Ripollés, cuadros de Bolumar… Ciao Sant Francesc, plaza de los Caracoles, bar Roca… Cuatro Esquinas, Enmedio, Mayor, Governador… Ciao Hermanos Bou, ciao Avenida del Mar… Ciao, Castellón…
Ciao Serra, ciao Álex… Ciao Kana, Ortiz, Pablo, Sergio, Alberto, Inma, Virginia, Carlos, Aida… Ciao Héctor, Roberto, Nacho, Kim, Rubén, Alicia, César, Cristian, Germán… Y muchos más…
Ciao…
Algo que me recuerda a mi madre... Canción: Bella Ciao.