domingo, 26 de febrero de 2012

Capítulo XXXV: Y de nuevo…

Los exámenes empiezan a terminar. ¡Vuelve el espíritu Erasmus!
¡De nuevo, Bodeguita! ¡De nuevo, Papitos! ¡De nuevo Étoile a las tantas de la mañana, de nuevo, juegos con los de Burgos! Alguna obra de teatro, conocer nuevas caras Erasmus… ¡De nuevo, el buenrollismo esparcido por doquier!
Por lo pronto, ¡cambio de chip! Empecemos por el cuarto: ahora los discos vuelan y John Lennon protege mi cama con su Imagine. Y sigamos por la cocina: ¿quién dijo que no sabía?
¡¡Esto empieza a gustarme más de lo ya me gustaba!!
PD: El cumpleaños fue genial, desde que me despertaron Jaime, Roy y Jona con un libro de cocina siciliana, hasta que metí más de veinte personas en mi cuarto hasta la madrugada. Eso sí, no recomiendo que durmáis en ese infierno durante unas horas… Dreadful room

Capítulo XXXIV: Messina

Nuria Homs ha venido: ¡Fiesta! ¡Y para Messina que nos vamos con Ana!
Messina es preciosa. A ver, tiene pocas cosas, pero su Duomo es precioso. Y un mirador y un paseo marítimo que ya me gustaría a mí vivir allí. Es digna de ver. Eso sí, escaleras y escaleras, y más escaleras…
La gente de allí también es majísima. No sé si es Sicilia, si es el Erasmus, o una mezcla de las dos (abogo por la última opción), pero la gente es tremenda. ¡Además, tienen un local donde por cinco eurillos te tomas un Sex on the beach y comes hasta reventar! Y la discoteca donde celebraban el Carnaval, a la que los Erasmus llaman El Agujero, está genial: ¡es igual a las discotecas pequeñas de Benicassim pueblo!
De paso, visitamos Taormina e Isola Bella con un sol espléndido. ¡Realmente, han sido unos días buenísimos!
PD: Si vais a Messina algún día, probad la Birra Messina. Es parecida a la Moretti: ¡Buenísima!

Capítulo XXXIII: A la vuelta

Después de dedicar más tiempo al viaje de vuelta que a mi propia existencia (viaje en el que casi me olvido en el autobús de Trapani-Palermo, y, por lo tanto, arruino mi vida), me reciben en casa con los brazos abiertos y una sonrisa.
Lo malo: que la gran mayoría de la gente (por no decir el 99,9% de la población Erasmus catanesa) se encuentra en mierdasmus (derecho administrativo, exámenes raros de informática), más que de Erasmus…
Tocará resignarse y esperar…

Capítulo XXXII: En 10 días

Preparar una comida que estaba realmente buena pero que sentaba tan mal (y apestar la cocina y toda la casa, por cierto), ir a la nieve a hacer el mongolo, hacer un pinpón en un Decathlon, echar unas canastas toda una tarde, jugar al Uno y al Hundir La Flota como cansinos, ver un monólogo del Frutero, sacar a las perras y que te vacile un conejo, ir al cine, a un buffet, cenar con dos birras por 5 euros hasta hincharnos, pasear por la universidad, comprar un bonsái, bailar como un tonto en el cuarto a media tarde, jugar al ajedrez en un Starbucks con la mesa y trocitos de papel, comer en un restaurante extrañísimo dentro de unas cuevas preciosas, ir a un mirador precioso, conocer gente y que te den tan buenas vibraciones, sentirte como uno más, tan cómodo…
Descubrir nuevos lugares, nuevos mundos. Reír, disfrutar, volar. Sonreír. Y soñar.
Como siempre, sonreír y soñar. Y disfrutar como un enano, como siempre que estoy contigo. No importa ni el lugar ni el momento. Sólo el porqué: como siempre, primera persona del plural.
Gracias.