domingo, 26 de febrero de 2012

Capítulo XXXII: En 10 días

Preparar una comida que estaba realmente buena pero que sentaba tan mal (y apestar la cocina y toda la casa, por cierto), ir a la nieve a hacer el mongolo, hacer un pinpón en un Decathlon, echar unas canastas toda una tarde, jugar al Uno y al Hundir La Flota como cansinos, ver un monólogo del Frutero, sacar a las perras y que te vacile un conejo, ir al cine, a un buffet, cenar con dos birras por 5 euros hasta hincharnos, pasear por la universidad, comprar un bonsái, bailar como un tonto en el cuarto a media tarde, jugar al ajedrez en un Starbucks con la mesa y trocitos de papel, comer en un restaurante extrañísimo dentro de unas cuevas preciosas, ir a un mirador precioso, conocer gente y que te den tan buenas vibraciones, sentirte como uno más, tan cómodo…
Descubrir nuevos lugares, nuevos mundos. Reír, disfrutar, volar. Sonreír. Y soñar.
Como siempre, sonreír y soñar. Y disfrutar como un enano, como siempre que estoy contigo. No importa ni el lugar ni el momento. Sólo el porqué: como siempre, primera persona del plural.
Gracias.

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