lunes, 23 de enero de 2012

Capítulo XXXI: Navidades

Sí… Como un discurso del rey y unos villancicos, a uno le da por volver al “sweet home”: en la vida se aprende que tenemos alas, pero también raíces, y las dos son compatibles.
¿Lo que más sorprende? ¡Calentarte el café con microondas! Y, bueno, cientos de cosas más a las que no dabas tanta importancia: lavavajillas, peli y sofá, un salón. Los colegas de siempre, con sus tascas y su zurra, su colla, y su… ¿Ettro? ¿USER? ¿Mystic? (¿Cómo narices se llama ahora?) Desayunar en el Navarro a base de bravas y bocadillo (grande, Pablo), sus cervecillas y cafés con la gente. Su tele y su Cuéntame, sus Simpsons… (Hasta la meteorología me parece interesante). Su teléfono fijo, su BiciCas, su Tram… Su todo.
¿Lo que más se echa de menos? Roy, Jaime, el gato, su caos. El DopoTeatro, Via Etnea, La Bodeguita. Las ginebradas, AEGEE, ESN. Su no hacer nada, su hacer lo imaginable. Su buen rollito, su locura, su “¿han llegado las cajas?”. Sus planes, sus viajes, su frappè alla nutella, su Fiera. Su Duomo, su Ruleta Cultural… Su todo.
Como dice Mónica, nos apetece volver a “la burbuja en la que vivimos” por un año. Apetece volver más que nada.
Pero por lo pronto, familia y abrazos, algún examen en la UJI y disfrutar con gente que quieres.
Feliz Navidad y “próspero” Año Nuevo, aunque sea sólo en sentimientos. Y que este 2012 venga cargado de tazas de café y sonrisas.
¡Un bacio a todos!
Los mejores 10 días

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