Después de dedicar más tiempo al viaje de vuelta que a mi propia existencia (viaje en el que casi me olvido en el autobús de Trapani-Palermo, y, por lo tanto, arruino mi vida), me reciben en casa con los brazos abiertos y una sonrisa.
Lo malo: que la gran mayoría de la gente (por no decir el 99,9% de la población Erasmus catanesa) se encuentra en mierdasmus (derecho administrativo, exámenes raros de informática), más que de Erasmus…
Tocará resignarse y esperar…
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